Crítico con la política penitenciaria que practica el Ministerio del Interior, "de la zanahoria y del chantaje", según Beñat Zarrabeitia, el colectivo de familiares de presos y refugiados de ETA confía en que el camino emprendido llegue a buen puerto.
¿La manifestación del próximo sábado puede suponer un punto de inflexión ante el nuevo escenario en ciernes?
Esperamos que se inicie una nueva etapa en la que los familiares no caminen solos, que se escenifique que en la demanda del respeto a los derechos de los presos vascos, existe una implicación de la sociedad.
"No es justo castigar a los presos que tienen una opinión diferente a los de Langraitz"
¿Se sienten solos?
No es una situación de soledad. Es bastante complicado que en Euskal Herria alguien no conozca a alguien que no haya pasado por la cárcel: algún compañero de clase, el hijo de la vecina,... Esa escenificación de que no es una cuestión aislada es lo que se quiere escenificar.
"No queremos que ningún preso tenga ningún beneficio sobre otro"
Parte de la sociedad les ve como un círculo cerrado.
No sé si nos ven así, pero es una cuestión que te afecta en el momento que formas parte del colectivo de familiares y allegados de los presos, porque estás sufriendo una consecuencia del conflicto que te cambia la vida; tus fines de semana los tienes que organizar de forma diferente, durante la semana tienes que estar pendiente de esa llamada de cinco minutos no vaya a ser que la pierdes.
¿El fin de la dispersión puede ser el primer paso para acabar con el conflicto?
Es una cuestión de derechos, pero creo que sería una medida que aliviaría mucho dolor, un gasto económico inmenso, un riesgo de accidentes,... Pero hay más situaciones que también deberían de cambiar.
¿Cómo valoran la política penitenciaria del Ministerio del Interior?
Creo que la valoró Rubalcaba mejor que nadie cuando dijo que el Estado español tenía el sistema penitenciario más duro de Europa.
¿Rubalcaba está aplicando con los presos una estrategia del palo y la zanahoria?
Está aplicando la estrategia del palo y del chantaje. Han tocado todas las puertas y han puesto un papel en el que aparecen una serie de condiciones, en caso de que el preso lo firme obtendría determinados beneficios y en caso de no firmarlo... Por ejemplo, estando un preso en Granada en un módulo junto a sus compañeros se le traslada cerca de Euskal Herria, está allí diez días, se le presenta el papel, el preso no firma y se le envía a Badajoz, solo y en peores condiciones.
¿Es generalizado?
Eso se está repitiendo sucesivamente en los últimos meses. Por ejemplo, en mayo movieron a más del 10% del colectivo. ¿Estos movimientos se pueden interpretar como que Rubalcaba ve clave controlar al colectivo de presos? Su objetivo es destruirlo, porque considera que es una pieza clave a la hora de abordar cualquier proceso. Intenta romper el colectivo, pero no con una maza, busca el control individualizado de todos los presos, aislarlos por completo y, a través de una destrucción personal, buscar la destrucción colectiva.
¿La política penitenciaria del Gobierno español es una especie de laboratorio?
Es un laboratorio represivo en el que van dando vueltas de tuercas para conseguir objetivos políticos.
¿Cómo están viviendo los presos los pasos que está dando la izquierda ilegalizada y ETA?
Los familiares de los presos componen un grupo muy amplio, con sensibilidades muy diversas, y sobre el sentir de los presos, estos tienen su propio colectivo y serán ellos los que tienen que hablar.
¿Y desde Etxerat cómo ven el nuevo escenario?
Nosotros estamos tratando de participar en los foros en los que se busque una solución al conflicto. Creemos que la existencia de nuestros familiares es parte del conflicto y la solución al conflicto llegará si se ponen todos los parámetros encima de la mesa.
¿Después del fracaso del proceso de hace cuatro años es momento de ser optimistas?
En lo que respecta a nosotros, tenemos que ser moderadamente optimistas porque mucha gente se va a poner en la carretera o va a coger un avión y va a pasar la nochevieja en un lugar extraño a lo que es la mesa familiar, porque tiene visita en la cárcel. Sabemos que continúa la dispersión, la aplicación de facto de la cadena perpetua, presos con cáncer, el aislamiento,...
¿Confía que se haga realidad lo que ha pronosticado Arnaldo Otegi en 'The Wall Street Journal' y la organización armada deje las armas?
No lo sé. Otegi es un interlocutor político que es un referente para parte de la sociedad, pero lo que esperamos es que, a través del trabajo de todos, de la implicación, se acabe con un conflicto que dura ya demasiados años, en el que ha sufrido demasiada gente y en el que, por supuesto, sufrimos nosotros.
¿Si no se legaliza a la izquierda abertzale se puede retroceder el camino andado?
Para una resolución del conflicto sería positivo que todos los agentes políticos tuvieran el derecho a participar en igualdad de condiciones.
Etxerat es uno de los firmantes del Acuerdo de Gernika, ¿Por qué el colectivo de presos no ha suscrito esta declaración?
Es una pregunta que hay que hacérsela al colectivo de presos, pero hay que tener en cuenta que este colectivo no es un organismo que tenga una sede en la Gran Vía de Bilbao y se le pueda tocar el timbre o mandarle un email para concertar una cita. El colectivo de presos está dispersado en dos Estados, tiene todas sus comunicaciones intervenidas,...
¿Creen que ETA va a responder afirmativamente a lo que le demandan en el Acuerdo de Gernika?
Esa es una pregunta que hay que hacérsela a ETA. Creemos que sería positivo, pero al igual que sería positivo una declaración de ETA, los otros siete puntos que están recogidos en el Acuerdo de Gernika deben cumplirse.
¿Cómo interpretan desde Etxerat la entrevista que DEIA realizó hace dos semanas a los presos críticos con ETA recluidos en Langraitz?
Son personas que en su momento no se mostraron de acuerdo con una determinada línea de actuación y lo han manifestado. Actualmente están en Langraitz, por tanto, no están dispersados, tienen permisos para salir en Navidad, etc. Respetamos lo que puedan decir, pero consideramos que lo que no es para nada justo ni de derecho es que en base a determinadas opiniones se formen situaciones de castigo. Es decir, quien muestre una opinión diferente a la que han mostrado estos presos se le castiga, pasa a estar más dispersado y más solo.
¿Etxerat mantiene relación con los presos de Langraitz?
No mantenemos relación con estos presos porque defendemos los derechos colectivos de nuestros familiares. No queremos que nadie tenga ningún beneficio sobre otro preso, queremos que la solución venga conjunta. No obstante, no le cerramos nunca la puerta a nadie a la hora de prestar una furgoneta o de dar asistencia.
Mirando al futuro, ¿ve posible una convivencia normalizada entre las víctimas de ambos lados?
Sería lo deseable, desde el respeto y el reconocimiento del dolor y de lo que ha ocurrido. Es muy importante que en un momento determinado se ponga sobre la mesa lo que ha ocurrido en este país. Y entre las vulneraciones de derechos que se han registrado están todas las consecuencias que ha tenido la política penitenciaria. Queremos que no se convierta en una tragedia íntima, porque es imprescindible que todo el mundo reconozca que aquí ha habido un conflicto.
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